Está hecho en madera de chapa, recortando una silueta doble de un cáliz con la sierra de marquetería y con unas piezas intermedias que encolaban la parte delantera y la trasera y así le dí volumen y se convirtió en un recipiente para las "chuches".
Lo pinté con acrílica en color oro rico y decorada con pintura en relieve para aplicar unas gotas emulando gemas y piedras preciosas propias de los cálices más legendarios.
Uno de los símbolos de la eucaristía son las uvas que representé con unas bolas de mimbre y unas hojas de parra en la base del cáliz y otro símbolo clásico es el velón que ilumina el camino y en este caso era de purpurina dorada...
Con la Cricut, recorté en cartulina blanca el nombre de Valeria y quedó así de vistoso.
El último complemento que quise representar fue el de la paloma blanca y nuestro cáliz no le faltó la suya...
Deseo que te haya gustado lo que has visto y te agradezco la visita.
Hasta pronto
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