Hace un calor tremendo, no tiene explicación que pasado el ecuador del mes de noviembre andemos todavía en manga corta, con las mismas camisetas que llevábamos en verano (al menos yo, aún las llevo!) y con estas calores, aquí estoy yo, sin consideración ninguna, que vengo a mostraros lo que en Facebook e Instagram ja hice algún avance-"intringulis" de los míos allá por el mes de marzo y que consiste finalmente en, nada más y nada menos! que una manta!
Bueno en mi defensa, deciros que es una preciosidad y que además han anunciado que parece que este fin de semana próximo ya vamos a tener temperaturas de invierno! Así que mucho mejor estar preparados para esa bajada de temperaturas, no?
Bueno vamos a lo que nos interesa a las loquillas de Patchwork y que es justamente la presentación del trabajo que me ha tenido entretenida varias semanas. La verdad es que vi una colcha como esta en pinterest justo en este enlace y me la guardé en mi tablero de colchas porque me encantó la idea y porque además me pareció una manera estupenda de hacer el "verdadero patchwork de aprovechamiento", y en ese tablero pasó algunos meses, pero no me olvidé nunca de ella.
Entonces un buen día, como me pasa muchas veces con este tipo de proyectos, me dieron los cinco minutos y empecé a plantearme hacer una manta familiar como esa para la madre de mi pareja, que me quiere un montón y yo otro montón a ella! Y empecé por plantearme medidas, por intentar cuadrar todos los nombres que quería que figuraran y como debía distribuirlos para darle una buena estructura de árbol familiar en la medida de lo posible y que además estéticamente quedara bonita. Y para ello me ayudé de mi amigo excel! Y barajé diferentes posibilidades jugando con las letras y su lugar y aunque la foto que os muestro a continuación no refleja la distribución que escogí, me vale para que os hagáis una idea.
La estructura final de la colcha sería: la palabra Familia enlazaría los nombres de pila de mis suegros... de los dos apellidos que se entrecruzan en una letra, colgarían los nombres de los abuelos... en la parte izquierda de la colcha figuran los nombres de los hijos varones y en la parte derecha el de su su hija,de cuyo nombre cuelgan, los nietos y los bisnietos. Redondo! no os parece? Ahora debía contar cuantos cuadros eran de tela y cuantos con fondo beig con letra aplicada, y cuantas letras necesitaría de cada para componer todos los nombres, cuantas A? cuantas E? y así sucesivamente, por lo que me hice una lista de letras y cantidades. Y por último las medidas! ayyyy las medidas, jajajaja La idea inicial era hacerle una manta para el sofá, y a mi las mantas de sofá me gustan que tapen y envuelvan, odio aquellas mantas de sofá con medidas tan justas, que parece que me he echado un folio por encima y que no me caen por el lado, así que pensé en hacerle una manta de sofá con esas medidas que a mi me gustan y todo iba bien hasta aquí, pues dividiendo la medida final de la manta entre la cantidad de cuadros que iba a necesitar lo tenía resuelto... y lo resolví! Peeeeero luego fui a por la tipografía de las letras y para ello me serví del Word, hice pruebas hasta encontar la que me gustaba, busque el tamaño que me parecía óptimo para que las letras se vieran bien y que no por pequeñas me costaran demasiado de festonearlas con la máquina de coser, e imprimí una letra, la calqué sobre el papel de aplicación y la planché por el revés de la tela negra y la recorté y volví a planchar sobre la tela de fondo y más tarde la festoneé. Me pareció que quedaba súuuuper bien, así que repetí el proceso con unas cuantas letras más y cuando ya tenía hechas unas cuantas y cuando digo unas cuantas no me refiero a pocas... caí en la cuenta que el tamaño de las letras condicionaba completamente el tamaño de toda la manta de sofá!!!! OH! my GOOD!!!! como si las letras no tuvieran nada que ver con los cuadros de tela estampados! en un plis, la manta para el sofá se había convertido en una colcha para la cama de matrimonio! Y menos mal que no había cortado todavía ningún cuadro de la tela estampada, porque si no alguno de los dos trabajos debería haber sido sacrificado.
Bueno, pues la suerte estaba echada! Así que saqué todas mis cajas de retales, que para situaros os digo que son de plástico con tapa y de 30 cms de ancho x 40cms de largo x 22cms de alto (vamos que pequeñas del todo no son y todas están a tope!)... y saqué la caja de rojos, la de verdes, la de azules, la de marrones, la de amarillos y naranjas, la de estampados, la de negros y grises... ya os vais haciendo una idea de la que se lió? Pues retales, virutas de tela de todos los colores, escuadra que te escuadra, ahora tengo tantos de telas azules y tantos de rojas, uy!!! que voy justa de amarillos y así un par de días hasta que reuní todos los trozos que necesitaba.
Luego vino distribuirlos sobre la mesa para repartir colores y que no se tocaran entre sí colores afines o que se concentraran en un trozo de manta telas de diferente color pero del mismo estilo y acabaran pareciendo una mancha en la manta...
De tanto en tanto jugaba a despistar, jijiji y hacía alguna foto de despiste por si acaso publicaba en Instagram o Facebook algún adelanto del trabajo no hacer spoiler a la Familia
Ilusa de mí! Publicar digo!!!! Y es que no me da la vida para tanto...la verdad es que me prometo muchas veces que voy a hacer un calendario que me obligue a publicar, pero el programa de centrifugado que es mi vida con esta tienda se traga todas las intentonas de redimirme con las redes. Pero, prometo seguir intentando ser regular con mi presencia en redes.
Bueno pues cuando empecé a hacerla, me propuse que se la podía regalar para el día de la madre, pero como siempre llegó ese animalito con cuernos llamado toro... y me pilló! No pasa nada! Para su cumpleaños en el mes de agosto sería! Yo no tenía ni idea del verano de calores que íbamos a pasar, lo prometo! Porque alguna mente un poquito maliciosa puede pensar, vaya un regalo envenenado una manta a 39º grados de temperatura!
Bueno, pues ya sin prisa fui cosiendo, festoneando, uniendo y montando y poco a poco fue tomado forma
Hasta que en agosto, que venía muy de gusto jajaja pero dicen que sarna con gusto no pica, me puse a acolcharla y cerrarla y et voilà como quedó y como lucía en la tienda
Y algunas fotos más que que veáis que preciosa se ve sobre una cama
Bueno, para acabar este post tan extenso y repleto de imágenes, algunas personas me preguntaron que como que no me había incluido yo en la manta y mi respuesta es que siempre tuve muy claro que esa manta era para mi suegra y su familia, y aunque yo formo parte de la familia y así me siento y me hacen sentir, yo soy de las que pienso que la sangre jamás deja de ser la sangre y mi pareja y yo nos encontramos en la calle. Me limité a firmarle la manta con una etiqueta textil por detrás y me pareció suficiente.
Y ahora sí que sí de verdad! Deciros que la manta la hice con un sentido profundo de amor y cariño, porque además de los nombres de toda su familia, la hice con muchísimas de las telas con las que he trabajado estos 11 años de vida de la tienda y además tiene también muchos trocitos de retales de telas que eran de mi madre, así que fluye por la manta un montón de cariño y de muchas procedencias.
Bueno hasta aquí por hoy, deseo que te haya gustado lo que has visto y
te agradezco la visita.
Hasta pronto!